Todo Bajo Control

Eres una criatura creada por el Dios Todopoderoso, al igual que todas las cosas maravillosas de la naturaleza que te rodean. Él ha pensado en ti antes de que nacieras. Te ha diseñado tal y como eres. No eres una casualidad ni un error de nadie. Dios desea que le conozcas de una forma especial y que aprendas a vivir haciendo las cosas que a Él le gustan. Él tiene un propósito para tu vida. Aunque te parezca que ocurren muchas cosas sin sentido en tu vida, Dios tiene el control de todas ellas, porque Él es soberano. También se ha revelado como santo, misericordioso, verdadero, justo y bueno.

Un Dios Santo

Dios no puede admitir en su presencia nada malo, ni injusto, ni impuro. La Biblia llama pecado a todas las cosas que hacemos que al Él no le agradan. También incluye nuestros pensamientos, cuando le son desagradables. E incluso llama pecado al dejar de hacer cosas buenas que deberíamos de hacer. Estas cosas que hacemos, pensamos o dejamos de hacer ensucian nuestro corazón; lo vuelven asqueroso ante Dios. Él advirtió al hombre que la paga del pecado que cometía era la muerte (Ro.3:23) y esta muerte implica estar separados de Él eternamente en un lugar de sufrimiento llamado infierno. ¿Quién se puede librar de esta muerte? Nadie, porque todos hemos pecado. Somos declarados culpables ante el tribunal divino. No importa quien seas o la cantidad de cosas buenas que hayas hecho. Has cometido actos que te hacen culpable.
Pensarás, ¿esto son buenas noticias? Espera, pon atención a lo que ahora viene. Para que uno pueda salvarse de algo, necesita ser consciente de cuál es el peligro. Y tu peligro en este momento es estar bajo condenación.

El gran plan de salvación

Como Dios sabía el problema que todos íbamos a tener, hizo un plan para salvarnos. Él envió a su único Hijo Jesucristo a vivir a la tierra. Él nunca pecó. Durante su vida enseñó cómo piensa su Padre; las cosas que le gustan y las que no. Es tal la unión de Jesucristo con su Padre que dijo: El que me ha visto a mí, ha visto al Padre (Jn.14:9) De hecho, Jesucristo es tambiénDios. Dios Padre dejó que su Hijo muriese en una cruz para recibir el castigo que nos corresponde a nosotros. Somos nosotros los que deberíamos recibir la ira De Dios contra nuestro pecado. Sin embargo, Él sabía que no había otra forma de que pudiéramos restablecer nuestra relación con Él y pagó el precio.

El gran reto

El camino para la reconciliación y la paz con Dios ya está abierto, y es Jesucristo (Jn.14:6) Según la Biblia hay dos cosas que tienes que hacer para poder disfrutar de ese increíble regalo que Jesús ha comprado para ti:

1.- Arrepentirte de tus pecados. Ahora sabes que tus obras están en abierta oposición a Dios, a su voluntad. Pídele que te perdone por toda la maldad que hay en tu corazón.
2.- Acepta por la fe que el sacrificio de Jesús en la cruz fue válido para limpiar tus pecados. Esto supone hacerle a Él Salvador y Señor de tu vida.

¿Quieres ser suyo/a por siempre? ¡Habla con Él!

Si has dado ese paso ¡felicidades! ¡Zorionak! Te aseguramos que jamás te arrepentirás.

Algunos Consejos

Aquí van cuatro consejos para tu desarrollo como nuevo hijo/a de Dios:

1.- Ora cada día. A Dios le gusta escucharte. Cuéntale tus angustias y tus alegrías.
2.- Lee y obedece la Biblia. Así podrás saber cómo solucionarlo.
3.- Busca otros cristianos. El compañerismo es necesario y te podrán ayudar a entender mejor la Biblia. Por supuesto te invitamos a que nos visites cuando quieras. Si tuvieras problemas de horarios o distancia llámanos.
4.- Habla a otros de Jesús. Si supieras la formula contra el cáncer seguro que la contarías a todos. Ahora conoces la forma en la que puedan evitar acabar en el infierno.

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